¿Sabías que la sal es uno de los elementos más usados en el mundo de la magia blanca y las ciencias ocultas? Brujas – y no tan brujas- la han usado para hacer todo tipo de rituales y hechizos, sobretodo para los que implican buena suerte, protección, limpieza y eliminación de daños provocados por otros hechizos. Eso sí, hay que saber usarla bien para que sus poderes actúen de manera beneficiosa con nosotros. Te explicamos algunos hechizos con sal que puedes hacer tú mismo en casa.
Si quieres limpiar tu casa de fuerzas negativas, pon la sal en un cuenco y tenlo en tus manos mientras le pides al espíritu de la tierra que la bendiga. Colócate en la esquina este de la habitación a higieniza, arroja al suelo un poco de sal y recita: “Sal sagrada, sal de la tierra y del mar, despeja esta habitación para que seamos libres.”. Repite la operación en cada esquina y luego ponte en el centro de la habitación para girar en el sentido de las agujas del reloj. Vierte un poco de sal donde creas que es necesaria y acaba diciendo: “ Madre Tierra que estás debajo de todos nosotros, escúchanos ahora, acude a nuestro llamado, entra en esta casa, en este lugar sagrado, sana a todo aquel que viva dentro de este espacio”.
Si sientes que eres víctima de la envidia de los demás, tienes que hacer el siguiente ritual: coloca una foto tuya de cuerpo entero sobre una superficie plana y dura y rodéala de sal gruesa. Durante siete días agrega cada jornada un poco de sal al círculo concentrándote en apartar la envidia de ti. Después tira la sal a un desagüe y guarda la foto en tu mesilla.
Un último hechizo. En este caso, para alejar de ti un enemigo. Escoge una noche en la que la luna esté en cuarto menguante y llena de una bebida alcohólica un vaso. Mezcla una cucharada de sal fina en él. Escribe el nombre de tu enemigo en un papel y colócalo dentro. Mantenlo así y luego vierte el líquido y tira el papel.
